Una receta que se puede improvisar con los ingredientes que tengamos más a mano y que da como resultado un fondo de cocina que se puede tener preparado y degustar en cualquier momento como plato principal o entrante, cortado a tacos resulta también estupendo como aperitivo.
Hoy la preparamos con dos tipos de hortalizas que, aunque no están en temporada, podemos encontrarlas en los mercados: Berenjena y calabacín, productos de huerta que crecen de forma abundante en nuestro clima y que son siempre protagonistas en las cocinas por su versatilidad y propiedades beneficiosas en nuestra salud. También utilizaremos brócoli para completar un trío de verduras saludables.
Berenjenas y calabacines son plantas cuyo cultivo nos vino de fuera, pero que pronto se adaptaron perfectamente, pasando a formar parte de los cultivos mediterráneos más extendidos. Valorados por sus cualidades nutricionales, están recomendados en las dietas ligeras. Contienen gran cantidad de fibra, vitaminas y minerales y su aporte calórico es bajo. Al brócoli se le ha dado un origen mediterráneo y además de su singular color y forma, es depositario de una serie de nutrientes esenciales altamente importantes: una elevada capacidad depurativa, grasas saludables tipo Omega, bajo en calorías, alto contenido en hierro, por tanto, su consumo permite combatir la anemia ferropénica…
¡Y qué decir de la salsa boloñesa!! Una de las más conocidas salsas de la tradición culinaria italiana que hemos incorporado a nuestros menús y que suele enriquecer todo tipo de recetas.
INGREDIENTES PARA 4 PERSONAS
1 berenjena
1 calabacín
I brócoli
200 g de queso rallado
INGREDIENTES PARA LA SALSA BOLOÑESA
1 cebolla
2 zanahorias
500 g de tomate para freír
1 ajo
Un poco de apio
Orégano
Pimienta blanca molida y sal
½ kg de carne picada mixta. De cerdo, ternera o pollo
Aceite de oliva virgen
INGREDIENTES PARA LA SALSA BECHAMEL
Harina y leche
ELABORACIÓN
Pelamos la berenjena y la cortamos a rodajas más bien finas, las rehogamos brevemente en una sartén y las colocamos en una bandeja de horno lo suficientemente honda para ir añadiendo los restantes ingredientes. Hacemos el mismo procedimiento con el calabacín, esta vez sin quitarle la piel, reservamos.
El brócoli lo podemos hervir al vapor o rehogado en la sartén, de ambas maneras queda bien.
Una vez ya hemos preparado la base de verduras, hacemos la salsa boloñesa tradicional: cortamos la zanahoria, la cebolla, el ajo y el apio a trocitos bien pequeños y los rehogamos en la misma sartén que hemos hecho las verduras. Añadimos la carne picada removiendo para mezclar bien y completamos la salsa con el tomate triturado aproximadamente unos 15 minutos más a fuego lento. Salpimentamos a gusto y retiramos la salsa cuando veamos que ha quedado bien cremosa.
Ya podemos darle forma al pastel formando capas con los distintos ingredientes.
Cubrimos la berenjena con una capa de boloñesa y queso, en la siguiente capa ponemos el calabacín y hacemos la misma operación. En la última capa pondremos la coliflor y la carne, sin el queso.
Preparamos una salsa bechamel ligera y la distribuimos por encima, finalmente cubrimos con el queso y un poco de orégano. Horneamos a 180 grados durante unos 15 minutos. Habremos conseguido una de esas recetas que entran por los ojos y que llaman a ser degustadas.
¡BUEN APETITO!