Ensalada templada de invierno

Seguramente asociamos ensalada con una comida fresca de tiempo cálido, muchas veces consumida como acompañamiento de otros menús y degustada en el campo o en la playa. Pero vamos a recuperar esa esencia variada y colorista que suele presentar este plato, adecuándolo al clima de estos días invernales, y para ello, que mejor que preparar una ensalada templada con ingredientes saludables que podemos variar en función de nuestros gustos.

La base de esta ensalada la constituye una hortaliza que atrae nuestra vista cuando recorremos los puestos de verduras: la col lombarda. Es una hortaliza de la familia de las coles que presenta un color violeta muy llamativo, más o menos intenso, dependiendo del grado de acidez del suelo donde se cultiva. Originaria del sur de Europa, ya era conocida por los egipcios y el mundo grecorromano no solamente como alimento, sino también utilizada en fórmulas curativas.

Incluida en la dieta mediterránea su consumo se ha generalizado, en algunas regiones se prepara como comida de Navidad y es también muy consumida en países del norte de Europa. Tiene múltiples propiedades buenas para la salud, escaso aporte calorífico, rica en vitaminas y en fibra…Se puede comer cruda o preparada hervida, al vapor, rehogada, acompañando otras verduras, con frutos secos, queso, yogur…, también riquísima como zumo.

En nuestra receta la vamos a preparar hervida al dente y enriquecida con pasas, nueces, manzanas y apio, una combinación irresistible y muy nutritiva.

Recordemos que la manzana es una fruta cultivada prácticamente en todo el mundo, muy utilizada en cocina con enormes beneficios, rica en fibra, para ser consumida con piel, con un gran efecto saciante que la hace recomendable en dietas de adelgazamiento, diurética y depurativa.

Las pasas son ricas en minerales y buenas para los huesos, ideales en las dietas infantiles. Si añadimos a la ensalada las nueces, conocidas como “la semilla de Dios” incluimos un aporte nutritivo y vitamínico. También tienen propiedades antioxidantes y son buenas para reducir el colesterol. Finalmente, completamos con el apio, aliñaremos con una vinagreta y ya tenemos un menú sano y equilibrado que podemos incluir a menudo en nuestras comidas semanales. Opcional regar con un yogur natural.

INGREDIENTES PARA 4 PERSONAS

1 Col lombarda aprox. 1-1,5 kg

1 cebolla mediana

2.3 manzanas Golden

150 g de nueces

100 g de pasas sultanas

1 rama de apio

Aceite de oliva virgen

Sal

Vinagreta (aceite, vinagre, soja )

1 yogur natural

PREPARACIÓN

Lavamos la col y la cortamos a trozos pequeños tipo Juliana. En una cazuela  con agua, la herviremos al dente, con un poco de sal (aprox. 35-40 minutos )  Cortamos la  cebolla y la  rehogamos en una paella hasta que esté pochada. Mientras, picaremos pequeñas las nueces y junto con las pasas y el apio cortado, lo incorporaremos con la cebolla, mezclando bien. Añadiremos las manzanas cortadas a cuadrados.  Aunque hemos aconsejado Golden, pueden ser de cualquier otra variedad. Las ácidas contrastan el sabor un tanto dulce de la lombarda

Una vez la lombarda esté en su punto, la escurriremos unos minutos para que suelte bien el agua y la echaremos en la paella con los demás ingredientes. Removemos bien y dejamos reposar para que los sabores se mezclen.

Tendremos preparada la vinagreta que habremos hecho con 2 partes de aceite, una de vinagre y dos cucharadas de soja. Tiene que estar bien emulsionada. La dispondremos por la superficie del plato, una vez queramos presentarlo. Si se desea, a gusto, se puede echar el yogur. También, la vinagreta y el yogur se pueden presentar en salseras, por separado, para que cada comensal se sirva.

El resultado es muy agradable a la vista por el bonito color de la lombarda, y no digamos del sabor que resulta de la mezcla de los ingredientes, tan diferentes, que se han utilizado en su elaboración.

¡BUEN APETITO!

ALCACHOFAS RELLENAS CON GAMBAS Y CHAMPIÑONES

La alcachofa es una planta de origen africano, que se cultiva en toda la zona mediterránea, en lugares de clima templado y prácticamente podemos encontrarlas en casi todas las regiones peninsulares, a lo largo de todo el año. De alta calidad y especialización, ha recibido el sello de Denominación de Origen.

Una hortaliza con una forma llamativa cuyas flores se comen y que está emparentada con los mitos griegos a través de la hermosa Cynara, lo que le otorga un matiz muy especial. No sólo es su forma la que la hace destacar, también sus múltiples propiedades depurativas y diuréticas.

Sus componentes activos son muy importantes y favorecen una dieta sana y equilibrada exenta de grasas.

Una receta ideal para esta época del año ya que podemos encontrarlas en su mejor momento, en el mercado y de proximidad. Se preparan de formas muy diferentes, solas o acompañando a otros alimentos, muy indicadas con los arroces o paellas,  a la brasa, al horno, también en conserva…

En este caso las vamos a preparar añadiendo champiñones y gambas en una receta rica y apetitosa. Las gambas mejor si son frescas, de tamaño mediano o en su caso langostinos. El champiñón podemos comprarlo ya laminado.

Todos los ingredientes mejor si son frescos y de tu mercado de confianza.

INGREDIENTES PARA 4 PERSONAS

12 alcachofas (del mismo tamaño)

24 gambas

1 cebolla mediana

1 diente de ajo

1 bandeja de champiñón laminado

1 limón

Aceite de oliva virgen

 Sal

1 cucharada de pimentón dulce

1 hoja de laurel

ELABORACIÓN

Cortaremos los tallos de las alcachofas y los reservamos. Quitaremos las hojas externas más duras y aproximadamente 1 cm de las puntas. Pondremos las alcachofas para abajo y las aplanaremos con la palma de la mano para facilitar el vaciado de la parte interior. Con la punta de un cuchillo iremos extrayendo la parte del corazón de la alcachofa que también reservaremos. Las pondremos a hervir con sal y el limón cortado en cuatro trozos, durante unos 15 minutos. Una vez hayan hervido, las sacaremos y pondremos boca abajo para que escurran bien el agua. 

En una sartén, rehogaremos la cebolla, los tallos que habremos cortado en trocitos pequeños, el diente de ajo, la parte que hemos extraído de las alcachofas y la ramita de apio. Añadiremos los champiñones finamente cortados y la cucharada de pimentón.

Mientras hacemos este sofrito, herviremos 3 minutos las gambas, añadiendo al agua una hoja de laurel. Reservamos una parte de esta agua para echar una o dos cucharadas al sofrito. Picaremos las gambas bien pequeñas, dejando 12 enteras para decorar la parte superior de las alcachofas y las echaremos con los demás ingredientes. Removeremos para que quede un sofrito homogéneo con los ingredientes bien mezclados. Salaremos a gusto y ya podremos rellenar cada una de las alcachofas, dejándolas en una bandeja, las pondremos en el horno  unos 5 minutos a 180 grados.

Se pueden servir acompañándolas con salsa de tomate frito.

¡Una receta para gustar y presumir del resultado final. ¡Están buenísimas!

¡BUEN APETITO!

CONEJO EN ESCABECHE

Vamos a preparar una receta que tiene dos componentes fundamentales: carne, y un adobo o preparación que nos ayuda a conservar los alimentos durante más días, y además les da un sabor y olor muy característicos. Una fórmula muy utilizada tanto en las preparaciones caseras como en las cocinas más sofisticadas.

El escabeche nos sirve para cocinar los alimentos utilizando vinagre, viene a ser como un marinado del producto que hayamos escogido, sea carne, pescado y también hortalizas. Es un tipo de cocina que está muy ligado al área mediterránea y que responde a una larga tradición que ha llegado hasta nuestros días a través de manuales culinarios muy antiguos.

La receta que presentamos utiliza el conejo como base y sabemos que el consumo de esta carne, tiene, en nuestro país, un importante componente cultural que se remonta a la Hispania romana, cuando se hablaba de que esta provincia era “tierra de conejos”. Existen documentos que así lo certifican.

La cría del conejo vino a constituir un soporte en las economías familiares de los núcleos rurales hasta convertirse en un producto altamente explotado. En la actualidad, aunque su producción ha ido descendiendo, a lo largo de los años, las explotaciones cunícolas constituyen un sector importante. Se mantiene también la práctica de la caza con el conejo silvestre.

Es un alimento de la dieta mediterránea con enormes cualidades, tanto por su valor nutricional, como por su uso culinario. Es muy versátil en cuanto a su preparación, ya que se puede cocinar de múltiples maneras, liga muy bien con las hierbas aromáticas, se puede consumir como plato principal o servido como aperitivo o tapa. Con guarnición resulta muy completo.

Está recomendado consumirlo con asiduidad, ya que es una carne de las que se consideran blanca, con poca grasa, un alto valor proteínico, vitaminas del grupo B  y muy digestiva.

Como en casi todos los platos, no existe una única forma de preparar la receta del conejo en escabeche, pero como norma más generalizada, se aconseja hacerlo utilizando 2 partes de aceite, una de vinagre y una de vino blanco. También resulta muy novedoso hacerlo con un vasito de zumo de naranja, ya que le resta un poco de acidez al resultado final y le da un sabor muy suave.

Se puede cocinar con idea de dejarlo preparado y consumirlo más tarde, días o incluso semanas, si lo ponemos en botes esterilizados y lo hervimos como si se tratara de una conserva más.

INGREDIENTES PARA 4 PERSONAS

1 conejo de 1kg y medio o 2 kg aprox.

2 vasos medianos de aceite de oliva virgen

1 vaso de vinagre de buena calidad

1 vaso de vino blanco

1 vaso de agua

Opcional, 1 vaso de zumo de naranja

3 dientes de ajo

2 zanahorias

Tomillo

3 hojas de laurel

4 cebollitas pequeñas, o una cebolla mediana

Pimienta negra en grano, si se prefiere, puede ser molida

Sal

ELABORACIÓN

Habremos pedido a nuestro carnicero habitual, que nos corte en conejo a trozos no muy pequeños (al gusto). Lavaremos la carne, la secaremos, la pasaremos por harina y la freiremos un poco en una sartén. Lo retiramos y en la misma sartén rehogaremos las zanahorias, las cebollas cortadas y los ajos enteros. En la cazuela donde vayamos a preparar la receta echaremos este sofrito junto con el conejo.

Extendemos bien el conejo para que reciba bien los demás ingredientes y los iremos incorporando de forma homogénea por toda la superficie de la carne. Sazonamos y dejamos hervir aproximadamente unos 45 minutos a fuego lento.

Se puede consumir de forma inmediata, pero como todos los guisos retiene mejor todos los sabores si se deja reposar. Se sirve como guste al comensal, pero templado, el escabeche queda más diluido.

Una receta con mucho amor y tradición de años.

¡¡Buen apetito!!