El atún, una delicia del mar, conocido y capturado desde épocas pasadas. Resulta fascinante indagar en los orígenes de la pesca de este pez en las costas del Mare Nostrum, a través de la numerosa documentación que nos informa que ya, desde tiempos fenicios, el atún se pescaba en las costas peninsulares y constituía un importante producto en el comercio marítimo muy apreciado en salazón y como materia prima para la famosa salsa Garum.
Los griegos nos hablan de que estos peces llegaban procedentes del Atlántico, en grandes migraciones y eran capturados por el procedimiento de la almadraba, técnica pesquera que hoy, todavía se utiliza. Estas migraciones se producían todos los años y llenaban las costas mediterráneas a lo largo y ancho.
Es un producto muy buscado en las transacciones económicas pesqueras dado su gran consumo y su elevado precio en los mercados. Como la mayoría de los recursos naturales, al atún del Atlántico, ha sufrido una sobreexplotación que conducía, prácticamente, a su desaparición, lo que ha llevado a desarrollar políticas de pesca en las que se contemplan una serie de controles para su captura, fijando cuotas, épocas de pesca, tamaño, caladeros… Estos controles parecen que están ayudando a su recuperación. Actualmente, además de la pesca tradicional se practica su cría en cautividad.
Es un pescado azul de alto valor proteínico y muy indicado para la función cardiovascular y el colesterol. Contiene vitaminas y minerales y se recomienda en las dietas de adelgazamiento por su efecto saciante. Consumido en conserva, mantiene todas sus propiedades.
El plato que presentamos es típico del País Vasco, allí se hace con el riquísimo bonito del Norte, pero también era preparado por los marineros de la zona cántabra cuando salían a faenar y disponían del pescado que capturaban. Así que vamos a hacer una receta de sabor marinero en una marmita u olla que es el nombre que recibe el recipiente donde se prepara. Podemos hacerlo en una cazuela que utilicemos habitualmente en nuestros guisos. Y como siempre con productos de temporada y de tu mercado de confianza.
INGREDIENTES PARA 4 PERSONAS
2 cucharadas de pimiento choricero. Si no se dispone, cambiar por pimentón dulce
Sal
Aceite de oliva virgen
Caldo de pescado, opcional cambiarlo por agua
PREPARACIÓN
En una cazuela, sofreímos el pimiento, la cebolla, los ajos y el tomate, previamente picado tipo Juliana, hasta que estén un poco dorados. Añadimos la guindilla, el pimiento choricero y el vaso de vino. Dejamos unos minutos que el alcohol evapore y agregamos las patatas chascadas o rotas mejor que cortadas, ya que este modo el almidón actúa espesando más el plato. Removemos para que las patatas cojan el sabor del sofrito y echamos el caldo dejando hervir hasta que estén cocidas. Sal a gusto
Tenemos preparado el bonito cortado en trozos, y lo echamos en la cazuela con los demás ingredientes, dejando hervir 2-3 minutos retirándolo del fuego.
Un plato nutritivo que podemos acompañar con pan para mojar en la salsa y una buena ensalada.
Servir adornándolo, si se dispone, con perejil fresco.
¡BUEN APETITO!